Charles Ewens
El caballero inglés que hizo historia en El Progreso,Yoro,Honduras.
Sus restos están enterrados en el camposanto conocido por los progreseños como
el cementerio de los “Yuins” (Ewens)
A tan sólo cinco cuadras del parque central de esta ciudad se localiza un cementerio
privado en el que yacen 6 tumbas, en una de las cuales descansan los restos de
l caballero inglés Francis Charles Ewens, quien llegó a esta ciudad a principios del
siglo pasado y cuya historia ha permanecido sepultada junto a él.
El camposanto es conocido por los progreseños como el cementerio de los “Yuins”,
(nombre con que los pobladores pronuncian el apellido Ewens) y se encuentra en
una manzana de terreno plantada de árboles y flores en el barrio Los Angeles de esta ciudad.
La voluntad de don Francisco, como se le conocía a este noble hombre de tez blanca y
cuerpo delgado, era que toda su descendencia fuera también sepultada en este gran jardín,
pero debido a prohibiciones municipales la tradición no pudo continuar.
Como consecuencia, sólo una pequeña parte del predio ha servido de cementerio y
el resto es resguardada por un jardinero que da mantenimiento a las plantas y a las tumbas
, en las que descansan los restos de don Francis, de su esposa María Josefa Flores, una hija
de ambos y tres nietos.
La estratégica ubicación de este terreno ha motivado a algunos de sus familiares a intentar
trasladar los cuerpos a otro cementerio para hacer uso de la propiedad, sin embargo,
la memoria de su principal ancestro los ha detenido.
¿Quién era este caballero?
La señora Consuelo Ewens, hija menor de don Francis y doña Josefa, relata que su padre
nació en Devonshire, Inglaterra, el 20 de enero de 1866, y el espíritu aventurero de su
juventud lo trajo hasta estos lares a finales de ese siglo.
“Mi papá venía con un equipo de cricket de su ciudad a jugar a Chicago, Estados Unidos,
y algunos de sus compañeros de equipo lo convencieron de conocer un poco más de
América y se embarcaron hacia Belice y Guatemala. Allí trabajaron en las plantaciones
de hule para sostener su aventura”, refiere doña Consuelo.
Los aires del destino lo trajeron después hasta Honduras, en donde trabajó por muchos años
para la compañía bananera, en la región de Yoro y Atlántida. “El hizo muchas de las fincas
de banano que se localizaban entre El Progreso y Tela, ya que se desempeñaba como mandador”,
recuerda.
Quedó tan impresionado por la belleza natural de este terruño y la fertilidad de sus tierras,
que decidió establecerse y comprar un terreno cerca de la zona de la compañía de esta ciudad,
y con lo que ganaba en las fincas iba comprando más propiedades en el pueblo, de manera
que cuando se jubiló, era dueño de importantes extensiones de tierra, en las cuales construyó
su hacienda Devonia, en honor a su pueblo natal en Inglaterra, Devonshire.
Devonia era la mejor hacienda situada dentro de la comunidad. En ella, don Francisco tenía
ganado de la mejor calidad y todo tipo de árboles frutales. La mayoría de las familias
progreseñas de ese entonces compraban en esta hacienda la leche, quesos y cremas,
muy populares por su preparación y exquisitez.
Mr. Francis se casó con María Josefa Flores, una señorita originaria de Alianza, Valle,
a quien conoció en San Pedro Sula, en una de las ocasiones que llegó a esa ciudad
con el propósito de comprar mulas para la compañía bananera.
“Desde que la vio se enamoró de ella y en poco tiempo le propuso matrimonio,
pero mi madre le dijo que si se quería casar con ella debía ir al sur a pedir su mano.
Más pronto de lo que esperaba, la joven María Josefa se encontraba en el río de su pueblo,
y hasta ahí llegó don Francis a buscarla. Probablemente se casaron en la pequeña
iglesia de ese pueblo y luego se trasladaron a vivir a El Progreso.
Tuvieron 8 hijos: Mavis (Q.D.D.G.), Federico (Q.D.D.G.), Francisco, Clovis (Q.D.D.G.),
Ethel, José Ricardo (Q.D.D.G.), Anna Mercedes y Consuelo Irene.
Una anécdota interesante que doña Consuelo cuenta de su padre es que
cuando se desataban hechos violentos propios de las revoluciones
armadas de aquella época, todo el pueblo se refugiaba en la hacienda Devonia,
donde don Francis enarbolaba la bandera
inglesa y declaraba que esa era zona británica, a la que nadie podía acceder
sin autorización. Cocinaban en el patio, mientras don Francis hacía guardia junt
a su esposa sentado al pie de la bandera, cuya asta era un inmenso bambú”.
La hacienda Devonia se localizaba dos cuadras al este de la iglesia Las Mercedes.
Mr. Francis admiró en aquel momento el carácter de Tiburcio Carías Andino y
decía que cuando el viejo Carías se había sentado, había vuelto la paz al país.
Sobre Mr. Francis, doña Consuelo opina lo siguiente: “No es porque fue mi padre,
pero fue un gran hombre, siempre hubo un gran respeto hacia sus trabajadores,
quienes le guardaban mucha lealtad y obediencia”.
Era un hombre muy trabajador y honesto, que ayudó a fundar colegios y
aportaba para cualquier causa a favor del mejoramiento de la comunidad.
Relata que como buen patriota inglés, al estallar la segunda guerra mundial,
insistió que sus cuatro hijos varones fueran a pelear por su patria, pero dos
de ellos (Federico y Francisco) ya tenían familia, por lo que sólo viajaron a
enlistarse en Inglaterra Clovis y José Ricardo. Ambos formaron parte de la
Royal Air Force, luchando durante cinco años en Escocia y Alemania.
“Como padre era muy estricto, le gustaba que uno hablara siempre con la verdad
, pero también era muy afectuoso. A mí me llamaba su muñeca de cupido”.
Mr. Francis tuvo una gran amistad con los misioneros evangélicos que llegaban a
divulgar la Palabra de Dios hasta este remoto poblado, a tal grado que el terreno
donde actualmente funciona la escuela evangélica Clara Riedezel, fue donado por
don Francis.
La Finca
Toda la área estaba cultivada de verduras, 9 tipos de mangos,
toronjas en muchas variedades, naranjas y variedades exóticas
que le habían regalado los ingenieros hindúes que desarrollaban
el jardín botánico de Lancetilla.
A Mr. Francis le fascinaba sembrar flores, en especial geranios,
tenía cuatro hileras de una cuadra cada una de flores en todas
las variedades. Familias como los Siwady, Hall, Barletta, Simán,
Gabrie, llegaban los domingos a visitar la casa ya que era una
propiedad encantadora, de gran belleza escénica.
Como en la mayoría de las historias de nuestro pueblo, todo el
patrimonio que don Francis sembró con sus propias manos, que
cultivó y vio florecer, murió con él, y está sepultado en el
cementerio de los “Yuins”.
THE CEMETERY OF THE "YUINS"
Charles Ewens , The Englishman who made history in El Progreso, Yoro, Honduras.
His remains are buried in the cemetery known as the Progreso
the cemetery of the "Yuins" (Ewens).
Only five blocks from Central Park in this city is located a cemetery
private tombs which lie 6, one of which lie the remains of
The Englishman Francis Charles Ewens, who arrived here early
last century and whose history has been buried with him.
The cemetery is known to Progreso as the cemetery of "Yuins"
(Name under which the people pronounce the name Ewens) and is in
a block of land planted with trees and flowers in the neighborhood of
Los Angeles in this city.
The will of Francisco, as he knew this noble white-skinned man
slender body, was that all his descendants were also buried in this large garden
but because municipal bans tradition could not continue.
As a result, only a small part of the property has served as a cemetery and
the rest is protected by a gardener who gives maintenance plants and tombs
In which lie the remains of Mr. Francis, his wife María Josefa Flores, a daughter
of two and three grandchildren.
The strategic location of this area has led some of his relatives to try
move the bodies to another cemetery to make use of the property, however,
the memory of his ancestor's principal stopped.
Who was this gentleman?
Mrs. Consuelo Ewens, youngest daughter of Mr. Francis and Dona Josefa, relates that his father
born in Devonshire, England on January 20, 1866, and his adventurous spirit
youth brought up in these parts at the end of that century.
"My dad came with a team of cricket of his city to play Chicago, United States
and some of his teammates persuaded him to learn a little more than
America and sailed to Belize and Guatemala. There they worked on plantations
rubber to sustain their adventure, "relates Mrs. Consuelo.
The winds of fate brought him then to Honduras, where he worked for many years
for the banana company in the region of Yoro and Atlantida. “ "He made many of the farms
of bananas that were located between El Progreso and Tela, and who served as foreman "
recalls.
He was so impressed by the natural beauty of this land and its fertile lands,
he decided to settle and buy land near the Company of this city,
and what was earned on the farms to buy more properties in the village, so
when he retired, owned significant tracts of land, which it built
Devonia his ranch in honor of his hometown in England, Devonshire.
Devonia was the best farm located within the community. In it, Don Francisco had
the best quality cattle and all kinds of fruit trees. Most families
Progreso at that time bought on this farm milk, cheese and cream
popular for their preparation and refinement.
Mr. Francis is married to Maria Josefa Flores, a lady originally from Alliance, Valle,
whom he met in San Pedro Sula, one of the occasions he came to his city
in order to buy mules for the banana company.
"Since I saw her loved her and soon proposed marriage,
but my mother told him that if he wanted to marry she should go south to seek her hand.
Sooner than expected, the young Maria Josefa was in the river of his people
and so far Don Francis came to fetch her. Probably married in the small
church of that town and then moved to live in El Progreso.
They had 8 children: Mavis (RIP), Fred (RIP), Francisco, Clovis (RIP)
Ethel, José Ricardo (RIP), Anna Consuelo Mercedes and Irene.
An interesting account of Dona Consuelo her father is that
when acts of violence unleashed by the revolutions own
armed at the time, all the people took refuge at the ranch Devonia,
where Don Francis flying the flag English and stated that it was British zone,
where no one could access without permission. Cooked in the courtyard while
doing guard by Don Francis, his wife sitting at the foot of the flag, which was a
huge bamboo pole. "
Devonia finances was located two blocks east of the church Las Mercedes.
Mr. Francis admired at the time the character of Tiburcio Carias Andino
said that when the old man sat Carias, peace had returned to the country.
About Mr. Francis, Dona Consuelo says that: "It's not because my father was;
but it was a great man, always had great respect for their workers,
who kept a lot of loyalty and obedience. "
He was a hardworking and honest man, who helped establish schools and
contributed to any cause for the betterment of the community.
He relates that as a good patriot English, at the outbreak of World War II
insisted that his four sons go to fight for their country, but two
of them (Federico and Francisco) and had families, so I just went to
Clovis and José Ricardo enlist in England. Both were part of the
Royal Air Force, fighting for five years in Scotland and Germany.
"As the father was very strict, he liked that one always speak the truth
But was also very affectionate. He called me "her cupid doll. "
Mr. Francis had a great friendship with the Protestant missionaries who came to
spread the Word of God to this remote village, to the extent that the field
where now Riedezel Clara evangelical school was donated by Don Francis.
The Farm
The whole area was planted with vegetables, 9 different types of mangoes,
in many varieties grapefruit, oranges and exotic species he had given the Indian
engineers who developed Lancetilla Botanical Garden.
A Mr. Francis was fascinated by planting flowers, especially geraniums had four
rows of one block each flower in all .
Families like the Siwady, Hall, Barletta, Siman Gabrie, arrived Sunday to visit the
house as it was a charming property, of great beauty.
As in most of the stories of our people, all Don Francis heritage planted with his
own hands, flower was cultivated and died with him, and is buried in
Cemetery "Yuins."